Nuevos análisis de datos del Centro Internacional para la Transformación Industrial (INCIT) destacan un desafío urgente que enfrentan las pequeñas y medianas empresas (pymes) de todo el mundo. Estos contribuyentes clave a la economía global se están quedando peligrosamente rezagados en su camino hacia la transformación digital, en un momento en que los nuevos aranceles fiscales están aumentando la presión sobre la productividad y la competitividad.
Un déficit digital preocupante
El análisis de INCIT revela que el puntaje promedio global del Índice de preparación para la industria inteligente (SIRI) para las PYME actualmente oscila entre 0 y 2 en una escala de 0 a 5. Esto refleja bajos niveles de madurez digital en áreas esenciales como operaciones, adopción de tecnología y estructura organizacional.
Esta brecha en las capacidades digitales se traduce directamente en una menor productividad y una menor eficiencia, dos desventajas críticas en el panorama industrial actual, en rápida evolución. Si bien las grandes empresas siguen aprovechando los beneficios de la automatización, la integración de datos y la agilidad digital, muchas pymes siguen dependiendo de procesos manuales y sistemas obsoletos.
Los nuevos aranceles fiscales aumentan la presión
El momento de este retraso digital es especialmente preocupante. Las recientes reformas fiscales y aranceles, introducidas en varias regiones para promover la localización e impulsar la productividad, probablemente afectarán con mayor fuerza a las pymes. Sin las mejoras de productividad que facilitan las herramientas digitales, estas empresas podrían verse afectadas por el aumento de los costos de los insumos, la interrupción de las cadenas de suministro y la disminución de la competitividad.
Transformación digital: un imperativo empresarial
Para las pymes, la transformación digital ya no es opcional. Es una estrategia vital para la supervivencia y el crecimiento en un entorno económico cada vez más exigente. Adoptar tecnologías como la computación en la nube, el análisis de datos y los sistemas conectados puede mejorar drásticamente la producción, la eficiencia y la resiliencia.
Cinco pasos para un futuro más resiliente para las PYME:
- Evaluar y comprender
El primer paso es comprender la madurez digital actual. Herramientas como el Índice de Preparación para la Industria Inteligente (SIRI) de INCIT ofrecen un punto de referencia completo y señalan áreas de mejora. - Invertir estratégicamente
Las PYMES deben realizar inversiones específicas en tecnologías digitales alineadas con las necesidades del negocio, desde herramientas de flujo de trabajo simples hasta plataformas de automatización avanzadas. - Empoderar a la fuerza laboral
Una fuerza laboral digitalizada es esencial. La capacitación continua y la mejora de las habilidades ayudan a los empleados a adaptarse y prosperar con las nuevas tecnologías. - Colaborar para generar impacto
Las asociaciones estratégicas (con proveedores de tecnología, asociaciones industriales o empresas más grandes) pueden ofrecer acceso a recursos y conocimientos críticos que aceleran la transformación. - Priorizar la agilidad
Las herramientas digitales permiten flexibilidad y adaptabilidad, permitiendo a las PYME responder rápidamente a los cambios económicos y los desafíos relacionados con las tarifas.
Una elección clara y urgente
El mensaje de los datos es inequívoco: las pymes se encuentran en una encrucijada. Continuar sin transformación digital conlleva el riesgo no solo de estancamiento, sino también de una mayor exposición a presiones externas como los nuevos aranceles. Al priorizar la digitalización ahora, las pymes pueden fortalecer sus bases, impulsar su competitividad y construir un modelo de negocio más seguro y preparado para el futuro.