Antes de 2020, la mayoría consideraba que la Industria 4.0 era un tema apasionante con enormes beneficios potenciales, pero no una preocupación inmediata. Un ejemplo: solo el 51% de los fabricantes contaba con una estrategia de Industria 4.0 en 2019.
Desde entonces, esa cifra ha aumentado y ha llegado a 31% en 2020. Enfrentados a la mayor crisis sanitaria y económica del siglo, los fabricantes recibieron una llamada de atención sobre la importancia de la digitalización para mantener la resiliencia y la continuidad de las empresas. La COVID-19 ha transformado de forma permanente el panorama de la fabricación y las empresas que esperan seguir siendo relevantes deben comenzar su transformación ahora, no más tarde.
Nos sentamos con Francisco Betti, miembro de la junta directiva de INCIT y director de la Plataforma para dar forma al futuro de la fabricación avanzada y las cadenas de valor en el Foro Económico Mundial (WEF), para descubrir cómo cree que será el futuro de la fabricación global y cómo INCIT está ayudando a hacer realidad esa visión.
Hace tiempo que se habla de la Industria 4.0, pero parece que su adopción no es la ideal. ¿Por qué?
Entre el 70 y el 751 % de las empresas manufactureras aún se encuentran estancadas en la etapa piloto, en la que prueban nuevas soluciones y aplicaciones, pero aún no ven el impacto que puede generar la Industria 4.0. En la mayoría de los casos, esto se debe a que la organización carece de una visión o estrategia clara para la transformación. Hay mucho ruido en torno a tecnologías individuales y es importante alejarse de las exageraciones: la Industria 4.0 no consiste en innovaciones aisladas, sino en encontrar la mejor combinación de tecnologías para superar desafíos operativos o comerciales muy específicos.
Luego está la cuestión de la alfabetización digital. Los fabricantes deben capacitar o recapacitar a su personal para que se sienta seguro y cómodo con la nueva tecnología. Las empresas también tienden a considerar abrumadores los costos iniciales de inversión de capital que implica la transformación. Deben darse cuenta de que la Industria 4.0 es un juego a largo plazo: es posible que no vean recompensas en el próximo trimestre.
En la actualidad, los fabricantes están experimentando la mayor presión que han enfrentado en la historia reciente para ser más productivos y, al mismo tiempo, reducir los costos. Es exactamente por eso que ahora más que nunca necesitan priorizar la transformación hacia la Industria 4.0.
Es necesaria una digitalización urgente para impulsar la eficiencia, generar agilidad y lograr la resiliencia necesaria para responder a la próxima disrupción de nivel pandémico. Sin embargo, los fabricantes primero deben entender dónde se encuentran, evaluarse a sí mismos e identificar a los socios adecuados, desde proveedores de tecnología y soluciones hasta universidades, gobiernos y organizaciones internacionales. INCIT, la nueva organización independiente sin fines de lucro que se ha creado para llevar el programa Smart Industry Readiness Index (SIRI) al siguiente nivel, está en una posición única para ayudar con esto.
¿Cómo otras partes de la cadena de suministro y el ecosistema apoyan la transformación de la Industria 4.0?
Disponer de una cadena de valor totalmente conectada es vital para el éxito de la Industria 4.0. No se trata solo de digitalizar las propias instalaciones, por lo que muchos fabricantes más grandes han comenzado a incorporar también a sus proveedores en el proceso de transformación. Esto permite no solo impulsar la productividad, la eficiencia y el crecimiento, sino también posibilitar nuevos modelos de negocio.
Los gobiernos también pueden beneficiarse del ecosistema de la Industria 4.0, tanto en términos de crecimiento económico como de creación de empleo, y pueden desempeñar un papel activo para ayudar a acelerar la transición, ya sea diseñando mejores políticas, fortaleciendo los mecanismos de apoyo o brindando incentivos para la digitalización.
El SIRI es una herramienta poderosa para catalizar la transformación. Contar con marcos, herramientas y evaluaciones claras respaldadas por puntos de referencia internacionales ayudará a los fabricantes y a los gobiernos a obtener una visión más clara de su madurez digital, cómo se comparan con la competencia y qué oportunidades de mejora existen.
El SIRI se está convirtiendo en el estándar internacional para la transformación de la industria 4.0 en la fabricación. ¿Qué está impulsando su adopción global?
Hace cuatro o cinco años nos dimos cuenta de que la mayoría de las empresas seguían estancadas en sus esfuerzos de transformación. La misión del WEF pasó a ser ayudar a la comunidad manufacturera mundial a comprender mejor los desafíos y las oportunidades, e incubar nuevas colaboraciones e iniciativas para ayudar a acelerar la transformación de la industria.
La Junta de Desarrollo Económico de Singapur (EDB) es un socio muy activo del WEF. Hemos trabajado en estrecha colaboración con ellos durante casi 40 años y, cuando desarrollaron SIRI y lo implementaron con tanto éxito en Singapur, ambos pensamos que sería fantástico poner la herramienta a disposición de todo el mundo. Trabajamos en estrecha colaboración durante un año entero para ampliar SIRI del nivel nacional al mundial.
A medida que más y más empresas se sumaron, la diferencia que generó SIRI se hizo evidente. Es una herramienta bastante única porque puede detectar áreas en las que más se necesitan intervenciones a nivel de empresa o colaboraciones a nivel de ecosistema. No solo es extremadamente útil para que las empresas adapten sus planes, sino también para que los gobiernos sepan cómo apoyar a su comunidad manufacturera local.
Para seguir ampliando el alcance de SIRI en los próximos años, nos dimos cuenta de que necesitábamos una entidad y un equipo dedicados. Por eso se creó INCIT. El equipo de INCIT ya está trabajando con la comunidad de fabricación global para acelerar la implementación de SIRI y desarrollar nuevas herramientas.
¿Cómo cree usted que será el sector manufacturero dentro de tres a cinco años?
Espero que el futuro de la fabricación sea mucho más sostenible e inclusivo, y la Industria 4.0 será el principal impulsor de esto. La comunidad manufacturera global desempeñará un papel importante en la lucha contra el cambio climático y la lucha por la inclusión social, y creo que el proceso de digitalización permitirá a los fabricantes cumplir con estos objetivos ESG más amplios. Ya existen muchos casos de uso de la Industria 4.0 que han resultado eficaces para reducir las emisiones de carbono y el consumo de agua, al tiempo que aumentan la eficiencia energética y la seguridad en el lugar de trabajo.
Con SIRI, las empresas estarán mejor informadas sobre la siguiente fase de su estrategia de transformación para garantizar el cumplimiento de estos objetivos y la alineación con las expectativas de las partes interesadas. Si tenemos éxito en la implementación de SIRI en todo el mundo, podremos unirnos colectivamente como una comunidad manufacturera global (no solo las empresas sino también los gobiernos) para realizar las inversiones adecuadas que acelerarán aún más el progreso hacia una industria más sostenible y equitativa.
